«El famoso TDAH no existe» así se titula la contra de La Vanguardia del viernes 6 de diciembre de 2013, realizada por Víctor-M Amela a Josph Knobel Freud, psicólogo clínico y, terapeuta psicoanalista.
No es la primera vez que oímos esta afirmación, quizás de tanto repetirlo acabemos creyendo que es cierto, quizás este trastorno es una invención de las farmacéuticas para vender medicamentos o es producto de unos padres sin paciencia que quieren tener a sus hijos controlados a base de pastillas. Yo personalmente creo que ninguna de estas dos hipótesis sea cierta.
«El famoso TDAH no existe. El niño intenta llamar la atención de los padres por alguna razón, está inquieto por alguna cosa … Y esto es lo que se debe revelar! No drogarle.» Joseph Knobel Freud.
Bien, entonces si aceptamos esta hipótesis ¿todos los niños con este trastorno inventado tienen problemas de relación con sus padres, a los que intentan llamar la atención, porque no se sienten suficientemente atendidos?
¿Los niños diagnosticados, con TDAH, son niños que no son escuchados por sus padres o niños a los que nunca se les ha puesto límites o normas? En mi sincera opinión creo que no, aunque en parte estoy de acuerdo con el hecho de que muchos diagnósticos de TDAH no son correctos y se sobrediagnostica a muchos niños que solo son inquietos o nerviosos, algo que debemos evitar.
¿Los niños diagnosticados, con TDAH, son niños que no son escuchados por sus padres o niños a los que nunca se les ha puesto límites o normas? En mi sincera opinión creo que no, aunque en parte estoy de acuerdo con el hecho de que muchos diagnósticos de TDAH no son correctos y se sobrediagnostica a muchos niños que solo son inquietos o nerviosos, algo que debemos evitar.
¨Los neuropsiquiatras recetan a estos niños la pastilla de portarse bien, … Metilfenidato, una droga que calma al niño. .. Crea dependencia. Quita el hambre. Retarda el crecimiento. Y cosas peores. Esto no es curar. Yo propongo psicoterapia: es más lenta, pero más segura. Las prisas nos están matando!» Joseph Knobel Freud.
Con esto último, señor Knobel Freud, estoy de acuerdo. Las prisas nos matan y nos roban el tiempo que debemos invertir en la educación de nuestros hijos, pero estoy convencida de que podemos diferenciar entre un niño afectado con TDAH de un niño mal educado, mal criado, con una falta total de límites y normas o incluso aquellos niños que requieren más atención, mimos y juegos.
«
En la entrevista, Joseph Knobel Freud continua: «Mi tío abuelo, Sigmund Freud, diría este niño (refiriéndose al posible niño con TDAH) pobre, necesita que le escuchen.» Me quedo sinceramente perpleja, porque qué nos está diciendo, papás, mamás de niños con este trastorno … ¿no escucháis a vuestro hijo? ¿no jugáis con él? ¿no atendéis adecuadamente a vuestro pequeño? ¿le regaláis solo video consolas, móviles, ordenadores, tablets, …? ¿os molesta tanto vuestro hijo que queréis drogarlo a base de pastillas de Metilfenidato? … ¿Qué pensáis todas estas familias afectadas por este trastorno cuando os tratan de este modo?
Bien, me indigno, sencillamente me indigno porque desconozco si este señor es padre o no, no lo quiere revelar para no restar eficacia terapéutica al psicoanálisis de sus pacientes. Pero si realmente es padre, sabría que prácticamente todos los que sí lo somos queremos lo mejor para nuestros hijos, y sufrimos con su sufrimiento, y nos duele su dolor, somos felices con sus risas y su felicidad, nos duelen sus fracasos y ver como su autoestima se viene a bajo por no poder centrarse en lo que se les pide, por tener constantes olvidos, por tener dificultades de relación con sus compañeros de clase… tantas y tantas otras cosas. Ser padre, sí, ser padre señor Knobel Freud, consiste en buscar el bienestar de nuestros hijos, aunque esto pase por tenerlos que medicar muy a pesar nuestro. Sí, es así. Aunque usted piense que todo se resuelve a base de jugar con nuestros pequeños y una buena dosis de psicoterapia, hay ocasiones en las que esto no es suficiente, y no es suficiente en estos casos.
Lo que les funciona a estos niños es una buena praxis terapéutica basada en un tratamiento cognitivo-conductual y la medicación ajustada y justa para cada caso individual y no palabrería, ni que sea dicha por alguien con apellidos de renombre. De acuerdo que debemos prestar atención a nuestros hijos, jugar con ellos, educarles, poner límites y normas claras adecuadas a su edad, debemos dejar de lado las prisas (el mayor enemigo de la educación) y tener paciencia, mucha paciencia (nuestra mejor aliada), pero cuando hay que acudir al especialista hay que acudir.
Me temo que el titular «el famoso TDAH no existe» es solo una estrategia más de puro márqueting para vender más ejemplares de su libro y no algo que pueda demostrar con suficiente pruebas de peso. Esta es mi opinión, mi punto de vista, mis ideas y reflexiones reflejadas aquí, en mi blog.
photo credit: John-Morgan via photopin cc
18 Comentarios
Por qué se aferra a la idea de que tiene TDAH? Es evidente que el flujo de ideas incesante es o ha sido un síntoma, como la fiebre puede serlo de miles de enfermedades. Ha nombrado la depresión, la adicción a los video juegos, que en ocasiones funciona como antídoto contra el desgano. La medicación le ha quitado el flujo compulsivo de ideas como el paracetamol quita la fiebre, pero, ¿se ha preguntado que hay detrás de ese flujo imparable de pensamientos? Qué la obsesiona? Qué la preocupa? Por qué no puede darle forma de proyectos a esas ideas? Eso es lo que hace una terapia, ayudar a pensar qué hay detrás de nuestros síntomas psicológicos. Si deja de tomar los medicamentos, vuelven las ideas descontroladas, verdad? Entonces no ha habido cura alguna, solo ha silenciado el síntoma.Si al dejar el paracetamol nos vuelve la fiebre, es síntoma de que todavía nuestro cuerpo tiene algún problema. No entiendo por qué hay tanta resistencia a entender eso.
Soy una persona adulta. Con TDAH. Desde hace muy poco estoy siendo tratada por ello y creo que puedo dar mi opinión de forma objetiva comparando como estaba antes y ahora.
Desde mi infancia fui diagnosticada por TDAH… Sin embargo nunca fui tratada. Mucha gente decía que eso era un invento, que no merecía la pena… Y mi. Madre que estaba ocupada con mi hermano (Que padecía síndrome de la tourette) no consideró que fuera necesario tratarme.
Mi infancia y adolescencia, en palabras llanas, fue una absoluta mierda. Tuve siempre problemas con mis compañeros, porque al tener la mirada pérdida, distante y no enterarme cuando la profesora me preguntaba algo por estar en las nubes les inducía a considerar que era tonta. Los profesores no lo mejoraban llamándome vaga y en ocasiones me acusaban de mirarles raro o mal cuando no estaba realmente fijando mi vista en nada, no paraba en la silla y me castigaban por molestar en la clase, me peleaba con los compañeros, y en general tenía problemas con la gente. En lo que respecta a las siguientes etapas de mi vida no era mucho mejor.
Enseguida me cansaba de todo, era incapaz de conservar un trabajo hasta llegar al año, y la gente no se sentía cómoda conmigo porque les cortaba al hablar y lo hacía muy rápido…
En definitiva, No estaba bien y lo peor es que era consciente de ello, desde que tengo uso de razón mi cerebro iba tan rápido que en ocasiones me agobiaba y quería no pensar, deseaba que mi cabeza tuviera un interruptor, no podía concentrarme, tenia ideas, pero una detrás de otra, no había procesado lo primero que ya había otra cosa que pensar, todo era una constante sensación de sobrecarga, no lograba organizar nada, ni tareas, ni que quería hacer en mi vida o a qué dedicarme, sentía que iba a la deriva y poco a poco me hundía incapaz de sentirme “normal» empecé a jugar videojuegos online compulsivamente, llegando a poner en riesgo mi salud olvidándome de comer y dormir, como siempre iba despistada me daba golpes contra todo.
Hace unos 7 años tuvieron que empezar a medicarme esporádicamente por ansiedad y años después por depresión, pero la medicación no me gustaba y la acababa dejando hasta que hará unos meses no pude más y recurrí al psiquiatra. Empezaron a tratarme por depresión y me re-diagnosticaron TDAH.
Actualmente me estoy medicando por ambas cosas y he notado un cambio radical en mi forma de ver las cosas y sobre todo mucha tranquilidad.
Para explicarlo de forma que se entienda, ahora todo fluye, cuando antes era una especie de pantano farragoso, sentía que el cerebro me iba a explotar, y no podía soportar el constante bombardeo de información que no conseguía procesar, que me agobiaba y parecía querer entrar a la vez en mi cabeza. Ahora recibo la misma información pero logro procesarla y almacenarla de forma mas efectiva que antes es como si la información entrara ordenadamente, como si el ruido estruendoso de aviones, obras y coches se hubiera transformado en una melodía agradable y armónica que puedo disfrutar.
Es muy difícil de explicar, y que quien no haya pasado por ello lo comprenda, pero es la única manera que tengo de expresarlo, pero a grandes rasgos, por primera vez en toda mi vida, no tengo la sensación de estar luchando contra mi cerebro.
Esta es mi experiencia y considero que si en mi infancia me hubieran tratado muchas cosas en mi vida habrían cambiado a mejor, hace años habría sabido lo que quería hacer, habría tenido mejor relación con las personas y me habría independizado antes al poder conservar un trabajo…
¿De verdad la gente opina que no hace falta medicación? ¿Que el TDAH es algo inventado? Para mí ha sido muy real, y lo sigue siendo, será real toda mi vida…
Y ahora, desde el desconocimiento, quien quiera que saque sus propias conclusiones.
Un saludo.
Vamos a ver, yo no he dicho en ningún momento que no me preocupen los niños con dificultades, es más los adoro y llevo muchos años trabajando con ellos y para ellos y ocupándome de sus singulares padeceres. Y con sus padres, por supuesto. Si no fuese así, no estaría debatiendo con Vd. En un primer momento, parece abierta a que alguien no opine como Vd., pero lo estropea cuando dice lo que yo hago es divulgar «datos inciertos o borrosos» o difundir «falsos mitos o medias verdades» (por otro lado, yo ni «difundo» ni «divulgo», no es mi intención) Descalificando lo que le he argumentado sí parece creerse en posesión de LA VERDAD: LA VERDAD no la tiene nadie. Además no sé por qué habla de TODA LA COMUNIDAD CIENTÍFICA cuando, por ejemplo, le acabo de enviar lo que dice todo un neurólogo infantil. Y hay muchísimos más profesionales que tampoco tienen su manera de ver este tema ciertamente tan preocupante. ¿O es que sólo preocupa a los que piensan como Vd.? Y no ponga el ejemplo de lo sucedido con Darwin ¡porque no tiene nada que ver! Gracias.
Atentamente,
Ana
Anónimo,
leeré con atención todo lo que me sugiere, no tenga la menor duda, ya que intento estar informada de todo cuanto puedo y tengo ocasión.
En cuanto a su identidad no siento preocupación alguna, es sencillamente que no me gusta hablar durante tanto tiempo sin saber con quien lo hago. Como comprenderá creo que es una cuestión de educación, nada más, el poder dirigirme por su nombre o apellido a las personas con las que intercambio opiniones, ideas o sugerencias.
No creo tener LA VERDAD en mi posesión solo pretendo que no se sigan divulgando datos inciertos o borrosos sobre temas tan preocupantes. No es solo una organización de padres la que habla sobre los falsos mitos, y repito PADRES. Todos debemos formarnos y preocuparnos y actuar en consecuencia. usted es de una opinión contraria a la mía. Yo estoy en mi espacio y seguiré defendiendo a estos padres, a estos niños y a toda la comunidad científica. Le pese a quien le pese.
Puede seguir difundiendo estos falsos mitos o medias verdades tanto como desee no me supone ningún inconveniente. también se dijo que la tierra era plana hasta que se demostró lo contrario, también se sigue negando la teoría de Charles Robert Darwin …
Pero estoy encantada de poder debatir con usted.
¿Qué va a decir una Fundación que se dedica a propagandar el TDAH ?Pues yo le recomiendo que lea esta entrevista a un neurólogo infantil . En cuanto a mi identidad, no se preocupe, no soy más que una maestra a la que le gusta escuchar a sus alumnos y a quien no se le ocurriría nunca someterlos a semejante etiquetación. También le recomiendo que vea el vídeo que le envío. Gracias.
Thttp://www.bibliotecapleyades.net/ciencia/ciencia_industrypsychiatry03.htm
http://www.youtube.com/watch?v=P_X500l2rhQ
Su respuesta es una respuesta que hace referencia a uno de los 10 mitos sobre el TDAH, y lamento sinceramente que sea así. Que no se haya encontrado una causa única no avala la no existencia del trastorno. Respeto su anonimato pero me gustaría poder saber con quien tengo el placer de mantener este apasionante debate.
Sobre los mitos del TDAH aquí le dejo algunos.
Mito 1: El TDAH es culpa de los padres y su diagnóstico es poco fiable
Mito 2: El TDAH es una enfermedad nueva, y sólo existe en EE.UU., es un invento.
Mito 3:Los síntomas de TDAH son leves, se trata de una enfermedad falsa, fruto del poco aguante de los padres de hoy, del perfeccionismo y la exigencia excesivas.
Mito 4: El TDAH sólo afecta a niños y desaparece en el adolescente
Mito 5: El TDAH sólo afecta a los niños y no a las niñas.
Mito 6: El TDAH lo debe diagnosticar y tratar primero el neurólogo o neuropediatra, y si no mejora, entonces el psiquiatra infantil.
Mito 7: El Tratamiento del TDAH deber ser primero sin medicación, y si no mejora se puede usar medicación, porque los fármacos son peligrosos
Mito 8:Es mejor no dar medicación al niño y usar psicoterapia u otros abordajes no farmacológicos
Mito 9:Las medicaciones producen adicción, porque son drogas
Mito 10. La medicación produce la medicación una reducción del crecimiento en altura del niño
http://www.fundacioncadah.org/web/articulo/diez-mitos-sobre-el-tdah-que-interfieren-con-la-mejoria.html
Después de leer todo este tratado no he podido discernir ni un solo «dato científico», es más, en un momento dado dice «Aunque los factores causales del TDAH no están todavía completamente identificados…».Lo tienen que decir así porque saben que, hoy por hoy, no hay ni una sola prueba científica, no la puede haber. Lo que sí hay son pruebas científicas de los trastornos que provoca la medicación. Se trata de un falso trastorno establecido por una fundación que controla el mercado farmacéutico, hecho a medida del diagnóstico, con mucha publicidad y relaciones públicas. Sé de muchos padres que se han negado a medicar a sus hijos y que han conseguido saber las causas singulares que les hacían sufrir. Doparlos es una auténtica aberración.
Dejo unos links que puede que le resuelvan las dudas:
http://www.ncbi.nlm.nih.gov/m/pubmed/22404661/
Aquí le proporciono otro más
¿Me podría decir, por favor, qué «datos científicos» avalan su afirmación de que el TDAH existe? Gracias.
Anónimo, respeto todas las opiniones y puntos de vista, incluida la suya (faltaría más). Creo que una afirmación como la que el señor Knobel Freud hace debe demostrarse con datos científicos, no se deben decir cosas semejantes a la ligera y mucho menos en un medio de comunicación. Unos apellidos famosos no avalan los comentarios respecto a nada y un tema tan serio como es el TDAH que afecta a tantísimas familias en el mundo merece un respeto que no ha tenido en la entrevista realizada por el prestigioso periodista Víctor-M Amela.
Saludos cordiales
Sencillamente me parece el rebote de la psicóloga que no quiere reconocer que ha estado diagnosticando una patología que NO EXISTE. Muchos Knobel Freud tendría que haber en los medios advirtiendo a padres de la gran tropelía que se les está haciendo a sus hijos. Es inadmisible que se esté drogando a tanto niño. Es aberrante.
Sí, anónimo, es cierto, tal y como bien apunto en mi artículo hay muchos casos en los que se diagnostica mal y hay un sobrediagnostico de este trastorno. Desafortunadamente tu has vivido en primera persona este error diagnóstico, que te ha costado tiempo, dinero y sobretodo un grand desgaste emocional, estoy completamente convencida de ello.
Así mismo comparto contigo que no hay que cerrarse, que hay que investigar, que seguramente habrá otras alternativas pero lo que no puedo admitir es que se cargue contra los padres y los haga responsables del trastorno de sus hijos o llame malos padres a todos los padres de niños afectados por TDAH. Sencillamente creo que no hay tantos malos padres ni son tan negligentes como el señor Knobel Freud pretende hacernos creer cuando dice lo que dice.
En primero de primaria, después de que mi hija no hacía nada en clase (pero leía, escribía y sumaba y restaba mejor que muchos niños de su clase) en San Juan de Dios le diagnosticaron que tenía TDAH.
Nos dijeron que a partir de tercero tendríamos que medicarla porque no podría seguir el ritmo de la clase. Esta en cuarto y sus notas nunca han sido tan buenas. (cuando digo buenas me refiero a que son todo excelentes y notables).
Mi hija lo que tiene es que es celíaca. Gracias a que un pediatra no se conformó con el diagnostico (que nos costo 700 Euros) descubrimos que la niña es celiaca y tenia problemas de atención al no asimilar los alimentos.
No se si existe el Tdah, conozco niños medicados y niños con terapia. Solo digo que no hay que cerrar las puertas a otras alternativas.
Marta muchas gracias por tu comentario tan elaborado y argumentado, leeré o reeleré de nuevo los artículos que me recomiendas, seguro que me son muy útiles y nutren mis conocimientos.
Por otro lado, creo que nuestras posturas no están tan alejadas, si has leído bien todo cuanto digo, una de las cosas que intento transmitir es el tipo de tratamiento que considero más eficaz: el cognitivo-conductual y, si es preciso medicar, pues medicaremos, muy a pesar nuestro. No estoy a favor de la medicación, pero tampoco puedo estar en contra. Estoy en contra de afirmaciones como las que el señor Knobel Freud realiza sin ningún argumento sólido que lo sustente. No defiendo el uso del metilfenidato, defiendo el tratamiento cognitivo conductual en estos casos, y por supuesto defiendo a tantos y tantos padres que acuden a grandes profesionales en busca de ayuda e información. Estoy a favor de estos colegas que hacen una labor encomiable, que trabajan día a día con estos niños, al lado de las familias y que gracias a ellos se está consiguiendo cambiar el modo de tratar a estos niños en las escuelas.
Cierto también que en sociedades donde no se presta tanta importancia a la formación académica estos niños pasan desapercibidos, el trastorno queda diluido, no es tan evidente, al igual que los niños con dislexia, disgrafía o discalculia, pero eso no significa que los trastornos del aprendizaje o el TDAH no existan o sean invenciones de unos cuantos médicos, psicólogos o padres abrumados por las necesidades especiales de sus hijos.
Dicho esto, te agradezco enormemente tu comentario, el cual engrandece y alimenta este humilde blog a la vez que resultará de gran utilidad a otros padres, madres o profesionales que lleguen a él y lean estas líneas.
No dudes en seguir comentando, estaré encantada de poder contestar.
Saludos
Le recomiendo encarecidamente la lectura de los siguientes artículos:
http://www.infocop.es/view_article.asp?id=3843
http://www.infocop.es/view_article.asp?id=3842
Hay varios estudios que están surgiendo en los últimos tiempos poniendo en evidencia el uso y abuso que se hace de los fármacos en salud mental. Incluso recientemente se han publicado unas declaraciones de Richard Roberts, premio Nobel de Medicina, que ponen en tela de juicio a las empresas farmacéuticas señalando que a éstas no les interesa buscar la curación, si no el beneficio. Unas controvertidas declaraciones que argumenta con mucho fundamento.
Ciertamente, teniendo en cuenta todo lo comentado, mi intuición y sentido común me dicen que no tardaremos mucho en encontrar algún estudio que sustente mi postura de rechazar los fármacos para el tratamiento del TDAH, pero hasta el momento no es más que una opinión.
Un saludo,
Marta
Sin embargo en este caso estoy a favor, pero con un cierto matiz, y es por ello que me he animado a transmitirle mi opinión. No sé si opinará igual pero a mi desde luego el hecho de tener que medicar a los niños con psicoestimulantes, a tan corta edad y de manera continuada…. ¡la verdad es que me chirría! Claro, la culpa no es para nada de los padres, pues como muy bien a expresado, supongo que impulsada por sus sentimientos y su experiencia como madre, en síntesis todos los padres quieren lo mejor para sus hijos. Y si les dicen que su hijo tiene un trastorno y que debe ser curado con medicación…¡pues que padre no haría lo que fuera por el bien de su hijo! El problema aquí radica en que tendemos a tomar como un dogma de fe cualquier cosa que diga un profesional de la medicina, pues no en vano mantienen el número uno del ranking entre los profesionales más valorados por los españoles. Y esto puede ser arriesgado pues algunos profesionales (no todos, hay que remarcar esto) ponen por delante su bienestar, pasando por encima de las necesidades del paciente, dejándose engatusar por las generosas recompensas de las empresas farmacológicas. Y créame que tengo constancia de lo que hablo. En otras ocasiones, los profesionales de la salud, están más que convencidos de la necesaria prescripción de la medicación para el tratamiento del TDAH, pues es lo que nos han adoctrinado desde la carrera y lo adoptamos sin replanteárnoslo.
No piense con ello que estoy de acuerdo con el señor Josph Knobel Freud. Creo que simplemente se ha tergiversado el mensaje que corre por la red sobre las últimas declaraciones de Leon Eisenberg, el psiquiatra que “descubrió” el TDAH, que en mi opinión, lo que quería transmitir es que la concepción de la causa hereditaria de dicho trastorno está sobrevalorada. Pero claro, es fácil, ante este panorama, subirse al carro de la tendencia del momento para darse a conocer….
Yo sí que creo que existe el TDAH, pero comparto su postura de que en la actualidad está sobrediagnosticado, y no quiero malpensar sobre el papel que pueden tener en esto las empresas farmacológicas, con la presión que ejercen…Este es un tema aparte.
Mi concepción de este trastorno va más en la línea que mantienen en Francia, que conciben sus causas como psico-sociales y situacionales. Es decir es responsabilidad de todos los que rodean al niño, y cobrando una especial relevancia el peso del sistema educativo, que suele mostrar sus fracasos al tratar a todos los niños por igual. Menos mal que en la actualidad se están tomando medidas de atención a la diversidad, porque cada niño aprende de forma distinta, y esta es la base del problema de los niños con TDAH, que sin una adecuada formación por parte de las personas que tratan con él, se cae en una especie de espiral, de refuerzos negativos, en la que el etiquetaje del niño como “inquieto” o que “no atiende”…promulgado por el efecto Pigamalión, causa mella en el autoconcepto y autoestima del niño, que se ve abocado a confirmar las expectativas que han depositado en él.
Desde esta concepción el tratamiento cognitivo conductual cobraría especial relevancia, y tendría éxito por sí mismo. Como sucede en Francia, donde llama la atención que tan solo el 0,5% de los niños es diagnosticado con dicho trastorno, frente a la desorbitada cifra del 9%, de Estados unidos, donde prima la concepción biológica, y por ende su resolución mediante tratamiento farmacológico. Simplemente son unos datos que invitan a reflexionar sobre el tema….
Y le quiero indicar que mi opinión se afianzó al descubrir los recientes estudios de Robert Whitaker y los efectos nocivos de los psicofármacos, o los descubrimientos de Irving Kirsch y su equipo de investigación, que evidenciaron que el uso de los psicofármacos como medio de tratamiento de la depresión, no son más que otro tipo de placebos, con efectos secundarios más notables. Mientras que la intervención psicológica cognitivo-conductual, ha demostrado ser eficaz, por lo que debería ser el tratamiento de primera elección…y ciertamente chirría el que no suela ser así.
Hola Sara!
Primeramente, antes de entrar en materia, quería agradecerle sus valiosísimas aportaciones, las sigo con asiduidad y me encantan, me enriquecen sobremanera, y normalmente estoy siempre más que a favor con usted. Creo que es una gran labor la suya, en tanto a que acerca a la población una manera más consciente y saludable de educar a nuestros hijos.