Este es un artículo en defensa de la dislexia, mejor dicho en defensa de los derechos de los niños que sufren dislexia. La dislexia es un trastorno del aprendizaje de la lectoescritura, de carácter persistente y específico, que se da en niños que no presentan ningún handicap físico, psíquico ni sociocultural y cuyo origen parece derivar de una alteración del neurodesarrollo.
El principal problema que tienen los niños con dislexia es que su trastorno no es compatible con nuestro sistema educativo. Todos los aprendizajes que realizamos dentro de la escuela los hacemos mediante la lectoescritura, código con que los niños con dislexia tienen severas dificultades. Así pues el niño disléxico no puede asimilar ciertos contenidos de materias como Conocimiento del Medio, porque no es capaz de llegar a su significado a través de la lectura.
En varias Comunidades Autónomas españolas se están implantando medidas para que los alumnos con dislexia reciban un trato acorde con las necesidades que precisan. Por ejemplo, en la Comunidad Autónoma de Cataluña, se ha llegado a un acuerdo para ofrecer al alumnado disléxico una atención especial que incluye:
- la no penalización por las faltas de ortografía,
- la adscripción de tribunales específicos,
- más tiempo para la realización de las pruebas,
- e instrucciones específicas para los correctores de las pruebas de lenguas.
En Andalucía «se recoge la adaptación de las Pruebas de Acceso a la Universidad, adecuando su organización y corrección al perfil del alumnado disléxico, con el incremento del tiempo de duración de los exámenes, la realización de pruebas con ordenador, y el uso de software de lectura de textos o adaptaciones en la presentación de la información escrita, entre otras medidas.
Fuente: http://www.disfam.org/dislexia/