Jugar a “cocinitas” es un clásico de la infancia y lo ha sido de generación en generación. Ahora bien, lo que antes se asociaba a roles de género, hoy se ha transformado en una herramienta educativa que beneficia a toda la infancia.
Hoy hablamos de ...
ToggleEl juguete en sí, la cocinita, surgió en un contexto muy diferente y, en la actualidad, se ha reinventado gracias a los numerosos beneficios que aporta en el desarrollo de la creatividad y las habilidades cognitivas de nuestrxs peques.
Vamos a navegar un poco en los orígenes de la cocina para llegar hasta la cocina en la actualidad y así entender a qué nos estamos refiriendo.
Los orígenes de la cocina, una actividad neolítica
Comer es cuestión de supervivencia y cocinar, por consiguiente, es una de las actividades más antiguas de la humanidad, remontándose al Neolítico, cuando nuestros antepasados empezaron a preparar alimentos con utensilios sencillos y el descubrimiento del fuego.
Fomentar el juego con cocinas de juguete, no solo contribuye al desarrollo de nuestrxs peques gracias a la recreación de una actividad cotidiana, sino que también los estamos conectado con una de las prácticas más esenciales de nuestra especie. En ese sentido, la cocina trasciende los estereotipos de género y se convierte en un acto no solo de creación sino también de supervivencia.
La cocina en la actualidad
Hoy en día, la cocina ha evolucionado y se ha ganado un lugar de prestigio en nuestra sociedad. Cocineros y cocineras de todo el mundo son celebrados por sus habilidades, y los programas de cocina en televisión han popularizado esta actividad, mostrando que tanto hombres como mujeres pueden ser grandes chefs.
Traducido al juego y a nuestrxs peques, esta evolución refuerza la idea de superación de antiguos prejuicios. Hoy en día tanto niños como niñas disfrutan y se benefician de jugar a las cocinitas.
Habilidades que se desarrollan con la cocinita
Jugar es divertido, vaya esto por delante. Ahora bien, es importante destacar que eugar con una cocina de juguete no solo es divertido, sino que también ofrece múltiples beneficios para el desarrollo infantil.
El juego a través de actividades cotidianas permite a nuestrxs peques explorar diferentes áreas de aprendizaje mientras interactúan con objetos reales o cercanos a la realidad.
Algunas de las principales habilidades que se estimulan durante el juego son las siguientes:
- Creatividad y habilidades artísticas
Los niños imaginan que son chefs o que están cocinando para sus familias y amistades, creando platos y experimentando con ingredientes, lo que fomenta su capacidad creativa y artística. - Habilidades lingüísticas
Practican y aprenden nombres de alimentos y utensilios de cocina durante el juego, ampliando con ello su vocabulario y mejorando sus habilidades comunicativas. - Habilidades de asociación
A través de la relación de utensilios con sus funciones específicas con los alimentos desarrollan su razonamiento lógico y organizativo. Sartén con los huevos, olla con la pasta, colador con las verduras, etc.
Habilidad creativa y artística
El juego de cocinitas ayuda a nuestrxs peques a activar múltiples áreas de su cerebro a través de la creatividad y la imaginación.
Desde la selección y mezcla de ingredientes hasta la creación de platos imaginarios, el proceso es altamente creativo. Simulan situaciones que ven en su día a día, tanto en las cocinas de sus casas como en programas de la tele, lo que permite también el desarrollo de su capacidad de observación.
Otra parte importante es la inclusión de papás y mamás en el juego. Esto fomenta una actividad compartida que refuerza los lazos familiares y potencia la participación de adultos en el proceso creativo de sus peques.
Habilidad lingüística
Como mencionábamos más arriba, el juego con la cocina de juguete también es una excelente oportunidad para aprender y practicar vocabulario relacionado con los alimentos y la cocina.
Piensa la cantidad de utensilios, tipos de alimentos y diferentes formas de elaboración de platos tenemos en nuestras cocinas. Todo esto es replicable en sus cocinitas de juguete y les da un amplio abanico de vocabulario. No solo esto, a un nivel mucho más básico, piensa en colores, texturas, sabores, formas… El abanico a nivel lingüístico es muy amplio. Y todas estas palabras se usarán después con frecuencia en la vida cotidiana.
Las conversaciones sobre recetas y preparaciones se convierten en una excelente herramienta para desarrollar sus habilidades comunicativas, y este aprendizaje se refuerza a medida que crecen.
Habilidades asociativas
Además de los beneficios creativos y lingüísticos, jugar a las cocinitas es una oportunidad estupenda para desarrollar la capacidad de asociación, fundamental para el desarrollo de tomas de decisiones a medida que van creciendo.
Esta habilidad asociativa en la cocina pasa por asociar correctamente los alimentos con los correspondientes utensilios para procesarlos. Como ejemplo de esto sería, quieres freír un huevo, necesitas una sartén, quieres hacer una ensalada, necesitas un colador para lavar la lechuga, etc.
Haciendo las asociaciones adecuadas, entienden cómo ciertos objetos interactúan entre sí. Esta capacidad de asociación es clave para desarrollar su lógica y su comprensión del mundo que les rodea.
Habilidades sociales y emocionales
El juego de cocinitas en un juego para compartir, como mamás, papás, hermanos, hermanas, amistades, y esto hace que contribuya al desarrollo social y emocional de nuestrxs peques.
Desde convertirse en chefs para cocinar para la familia y amigxs, hasta crear un equipo en la cocina para cocinar en compañía y crear platos para disfrutar entre todxs, el juego de cocinitas se ajusta a diferentes tipos de aproximaciones al juego.
A través del juego de roles, aprenden a colaborar, a comunicarse y a comprender diferentes emociones, como la empatía o el respeto. Al preparar platos imaginarios y recibir feedback positivo de sus comensales, lxs peques también desarrollan su autoestima y confianza a través del juego y entienden y creen en sus propias capacidades.
Resolución de problemas y planificación
Podríamos seguir hablando de habilidades durante horas pero vamos a acabar con esta: la resolución de problemas y la planificación a través del juego de roles en la cocinita.
Mientras simulan la preparación de diferentes platos, deben tomar decisiones y planificar los pasos a seguir. ¿Qué vamos a preparar hoy? ¿Qué ingredientes necesito? ¿Cómo tengo que organizar la cocina? ¿Quién viene a comer? Estas pequeñas decisiones les enseñan a resolver problemas, a gestionar el tiempo y a pensar de forma estructurada.
Esta habilidad de planificación es esencial no solo en el juego, sino también en otros aspectos de su desarrollo y vida diaria.
Elegir la cocinita ideal para nuestrxs pequeños chefs
Ya hemos hablado suficiente de los beneficios de jugar a las cocinitas. Hablemos ahora de cómo elegir la más idónea teniendo en cuenta diferentes aspectos tales como los materiales, el tamaño y el diseño.
En el mercado hay una gran variedad de cocinas de juguete, desde las más simples hasta las más detalladas, y todo tipo de presiones. Es importante considerar varias opciones antes de elegir.
Uno de los factores principales que tenemos que tener presente es el material. Las cocinas de juguete pueden ser de plástico o de madera, principalmente. Aunque las cocinas de plástico son sin duda más asequibles, las de madera son una opción mucho más duradera y sostenible, además de más seguras. Al ser más resistentes, las cocinas de madera soportan mejor el paso del tiempo, y su peso y estabilidad garantizan que los peques puedan jugar de forma segura y sin preocupaciones. Además, este tipo de cocinas, al estar hechas con materiales naturales, transmiten una sensación más cálida y auténtica.
Otro aspecto a tener en cuenta es el diseño. Algunas cocinitas están muy infantilizadas, con colores y formas que las hacen parecer más un juguete que una cocina real. Optar por cocinas más realísticas puede ser más beneficioso. Este tipo de cocinas, que replican de manera más fiel el espacio de una cocina verdadera, permiten que nuestrxs peques se sientan más inmersos en su juego de rol. Al usar una cocina que se parece a la de nuestras casas, el peque puede identificarse más fácilmente con el acto de cocinar, lo que potencia su creatividad y su sentido de independencia.
Un aspecto final a tener en cuenta es la durabilidad en tiempo: quieres que la vida de la cocinita que compres sea lo más amplia posible, que sea adecuada para un amplio rango de edades. Aunque las cocinas más grandes y realistas pueden parecer más costosas al principio, son una inversión a largo plazo.
Estas cocinitas acompañarán a nuestrxs peques durante varios años, adaptándose a sus habilidades y necesidades a medida que crecen. Esto no solo asegura que el juguete tenga una vida útil más prolongada, sino que también permite a nuestxs pequeñxs chefs seguir desarrollando sus habilidades de manera continua durante toda su infancia.
Con todo lo compartido hasta ahora, podemos concluir que jugar a las cocinitas va mucho más allá de una simple actividad lúdica.
Este juego tradicional al que hemos jugado todos y todas en algún momento de nuestra infancia ha evolucionado para convertirse en una herramienta poderosa que fomenta el desarrollo creativo, lingüístico, social y cognitivo de nuestrxs peques. Al permitir que exploren su imaginación, aprendan nuevas palabras y relaciones, y se sumerjan en roles sociales, jugar a las cocinitas proporciona un entorno enriquecedor que va más allá del entretenimiento, siempre a través del propio entretenimiento. Nada mejor que aprender jugando.
Juega a las cocinitas y hazlo con la cocinita adecuada: dentro de tus posibilidades financieras y de espacio, opta por materiales duraderos y seguros como la madera, diseños realistas que fomenten una mayor inmersión y modelos que puedan adaptarse a diferentes edades. De esta forma, asegurarás que tus peques puedan disfrutar y aprender durante años, desarrollando habilidades que les serán útiles en su vida diaria y más allá.